El empresario norteamericano Hiram B. Otis se traslada junto con su familia en un antiguo Castillo cerca de Ascot, Inglaterra. Lord Canterville, propietario anterior de la mansión, advierte los nuevos habitantes que el fantasma de Sir Simon de Canterville vaga por la casa desde que asesinó su esposa, Lady Eleonore.
Pero los nuevos inquilinos, el señor Otis, su esposa Martha y su hija Virginia, no hacen caso de la advertencia, sino que se burlan constantemente de él, a pesar de que el fantasma intenta perturbar la paz de la familia por activa y por pasiva, para mantener su reputación y su honor.