El Drogas (Pamplona, 1959) es el alias que se esconde bajo el nombre de Enrique Villarreal Armendáriz, histórico componente del grupo de rock urbano Barricada durante 30 años y que relanza su carrera, bajo este mismo apodo, con su otra banda, Txarrena, bautizada en 1992 bajo álbum de debut homónimo.
La historia de El Drogas hay que empezarla por el final para contextualizar el que se puede considerar primer disco de su nueva banda, Demasiado tonto en la corteza (2013), precedido tan solo de una grabación en acústico (Libros Prestados, 2012) y un EP.
En diciembre del año 2011, después de tres décadas como cantante y bajista de Barricada, el grupo con el que había firmado 25 discos y vendido más de un millón de copias, decidía expulsarle. En ese momento El Drogas, que acababa de publicar el segundo trabajo con su banda paralela Txarrena, Azulejo frío, casi veinte años después del primero, decide centrarse completamente en su nuevo grupo, que cambia en 2012 su nombre primitivo por el apodo de Enrique Villarreal. Así, después de una larga gira llamada “Te cantamos las cuarenta tour”, la formación entra en los estudios de grabación para eclosionar un triple álbum, heterodoxo y arriesgado como su líder. Cada una de sus partes, con ocho canciones, obedece a un estilo y concepción diferente: Alzheimer (de matices melancólicos), Matxinada (revuelta, en euskera, reivindicativo y rabioso) e Y Glam (rock and roll para cantar en la plaza del pueblo). “A veces pienso que se me está acabando el tiempo y me entra cierta ansiedad por ir haciendo cosas”, explica El Drogas sobre este torrente musical con el que demuestra estar en pleno apogeo creativo.